El encuentro de este mes en nuestra fraternidad de Nazaret nos ha reunido este sábado 16 de mayo para compartir lo que fue el principio de la obra de Marcelino y su propia vida. El compromiso con el mundo que nos rodea se ha reflejado en ese sentarse a la mesa con aquellos que sabemos necesitan de nosotros, empezando por nuestros hijos y los hijos de los demás, todos niños y jóvenes.
Como decimos de Marcelino,
"Él tenía un corazón sin fronteras". Ojalá esto sea así también en nosotros. Estamos llamados a continuar haciéndolo nosotros.
Le damos las gracias a Carlos Torres por habernos acompañado. GRACIAS CHARLES TOWERS
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